Día 13. Virginia Beach (VA) - Vienna (VA) 28-7-2022

(Post by Bolini)

La mañana del 28 de julio trascurrió sin mucho que contar, por lo menos de parte de lils y mía. Los Jamencios se fueron a ver pájaros, pero eso no me toca a mí contarlo. 

(Inciso by Jamencio) Tiene razón la narradora, pues esa mañana nos levantamos bastante más pronto que ella, ya que Michael y Dottie nos tenían preparada una mini-excursión en varias charcas cercanas (ponds), donde a primera hora de mañana se pueden ver garzas, sobre todo, y algún que otro pajarito, o pajarraco.

Para nosotros, que nos hemos vuelto pajareros de la noche a la mañana, fue fantástico, y lo disfrutamos un montón. Pongo alguna foto de lo que vimos:

Tortuga de agua dulce (hay tantas especies que no se cual es)

Garceta blanca ( Ardea alba)

Black vulture (Coragyps atratus)

Green Heron (Butorides virescens)

Great Blue Heron (Ardea herodias)

 

Esa mañana si que hicimos hambre para el desayuno que nos esperaba (fin del inciso)

Yo me desperté en casa de Mike más tarde de lo que esperaba y sin duda más tarde que muchos días anteriores. Como no podía ser de otra manera en esa casa, teníamos preparado un desayuno completamente descomunal con bagels y demás cosas que describía Márgara (lo siento mamá, el día anterior desayunamos quiche, que te has equivocado).

Con la tripa llenísima nos despedimos de modern family (mike's family o supongo que cualquier familia norteamericana) y pusimos rumbo de vuelta a Washington, esta vez a Vienna. Tocaba ver otro pájaro esa noche, en mi opinión uno mucho mejor: el señor Andrew Bird. 

En el camino la copilota afirma haber visto un águila de cabeza blanca (Haliaeetus leucocephalus), que es el símbolo de EEUU. Seguro que fue así.

Llegamos a nuestro hotelico y tampoco teníamos mucho hambre, pero había que meterse algo en el estómago, así que investigamos la zona y llegamos a un centro comercial de lujo en el que nos tomamos unas empanadillas argentinas. Bien, eso no lo habíamos tomado aún. En el camino (no era mucho camino, como unos 5 minutos) nos llevamos una grata sorpresa: el Circo del Sol estaba literalmente en frente de nuestro hotel! Jumelinton se vino arriba, empezó a hablar de las casualidades, de que si la luna en júpiter, de lo bien que cuadraba todo, de que estaba empezando el mejor mes para los escorpio… y al final decidió que teníamos que ir todos para cerrar este viaje por todo lo alto (muy alto, la verdad, qué vértigo. Aunque eso lo contará otra persona). Total, que con una empanadilla en el estómago y unas entradas para el Circo del Sol, volvimos al hotel para prepararnos para Andrés Pájaro!

Llegamos al Wolf Trap, seguramente el lugar para conciertos más chulo que he visitado. Adjunto fotos que es muy difícil de explicar el chisme de madera tan chulo y la parte de fuera y la de dentro y bueno, que lo veáis: 

No soy yo pesado ni nada poniendo incisos. En esa parte de hierba donde se ve a la gente sentada se estaba muy a gusto... hasta que cayó un chubasco de la pera entre la telonera y Sam Beam. No nos atrevimos a mirar, por si esa linda pradera se había convertido en el Mississippi.

Comenzó Meshell Ndegeocello con un show que la verdad no me dijo nada. Ahora que los está teloneando Silvana Estrada pienso en lo que me hubiese gustado que fuese ella en su lugar. Pero todos mis respetos para Meshell por supuesto. Siguió Iron & Wine, que se plantó ahí solito con su guitarra y su voz. Me gustó bastante porque tiene canciones bonitas muy folkies, una voz muy linda y melodías muy bien hechas, pero hablaba muchísimo entre canción y canción y metía muchas referencias a cosas de los States que nosotros no entendíamos en absoluto. Seguramente fuese muy gracioso a juzgar por las risas de la gente, pero ni idea. Eso nos sacó un poquito de su concierto, yo creo. 

 EL CASO, que llegaba el big momento, el cabeza de cartel, el señor silbador, el de la voz preciosa y el violinista increíblemente talentoso: Andrew Bird. No teníamos pocas expectativas dado lo que sabemos de él y lo que nos había contado la gente, pero en la primera canción consiguió superarlas x1000. Aquí copiaré lo que ya puse en mi Instagram sobre ese concierto, porque así sigo pensando: Virtuosismo, elegancia, maestría, compañerismo (comparte cartel y muchas canciones con Iron & Wine)… y ante todo muchísimo talento y unas canciones preciosas (y muy emocionantes) con una interpretación perfecta. No sabía que se podía silbar TAN bien, además de tocar el violín así, tener una voz preciosa, tocar también la guitarra, saber encontrar siempre la armonía que mejor encaja y acompañarse de una banda que no hace más que sumar a todo eso. Además de las canciones con Sam Beam. Aquí me guardo en un sitio especial de mi corasonsito el momento Manifest (nota exclusiva para boliniblogspot: confieso que me tiré llorando media canción, y eso enganchó con la siguiente canción que no conocía pero que os dejo por aquí por si a alguno os alegro el día.

Una preciosidadadadadad). Porfis Andrew, ven a España ya. Necesito volver a vivirlo. 

 Después de esto ya no sé ni qué contar. Nos fuimos todos bastante boquiabiertos después de haber vivido uno de los conciertos más bellos de nuestras vidas (digo esto sin ningún miedo a equivocarme). Podemos afirmar que cruzar un océano por disfrutar de estas joyas musicales mereció la pena sin duda. Regalazos ❤️