miércoles, 25 de abril de 2018

Día 15. 21 de abril Buenos Aires-Santa Cruz de la Sierra

El despertar en Buenos Aires nos pilla con malos augurios. Si un viernes ha habido tanto lío en el aeropuerto, el sábado puede ser peor.
Recogemos todo (¡¡y los abrigos!!) y nos lleva otro taxista a Ezeiza de nuevo.
Este no pone a Les Luthiers, este escribe whatsapps mientras conduce
Pese a todo llegamos a salvo y lo primero es ir a ver a nuestro amigo Sergio de Air Europa.
Se entristece de que aún estemos alli, y nos ponemos manos a la obra.
Tenemos 3 billetes pillados (los que no usemos se pueden devolver sin coste):
- Barcelona con Level (Iberia)
- Madrid con Air Europa
- Madrid con Iberia
Preguntamos en el de Barcelona, que es el primero en salir, y resulta que hay que hacer la cola de facturación para apuntarse a la lista de espera. Pues vaya.
Marga se pone a la cola, y yo me voy a Iberia a preguntar también.
No están los de ayer, pero el que nos atiende nos dice directamente:
- O transportín o nada que hacer
En el de Barcelona no hay overbooking, pero está completo. A ver si falla alguien y hay hueco.
Antes de pensar otra cosa, vemos con expectación. A 5 minutos del cierre de facturación, queda una plaza libre. Nos miramos y decidimos que uno se va seguro.
Tic-tac, tic-tac, tic-tac
Aparece un tipo corriendo, se jodió la marrana.
 
Como la situación en Iberia y Air Europa es aún peor, tenemos que hacer algo, demonios!!.
Hay un aeropuerto en Bolivia que se llama Viru-Viru, en Santa Cruz de la Sierra, y de ahí sale un vuelo de Air Europa a Madrid que tiene 44 plazas libres nada menos. Y poca demanda.
Podíamos ir allí con Aerolíneas Argentinas, pero ya ha salido el vuelo. La única opción es volar con Boliviana de Aviación (BoA)
El problema es que esa compañía no está en ningún grupo internacional y si quieres viajar hay que pagar el billete a tocateja. Pero la situación está tan mal, y tiene un futuro tan negro, nos cuenta Sergio, que hay que tomar decisiones drásticas.
Mientras vamos a pillar un billete, Sergio se nos adelanta, porque trabajó hace años en esa compañía. Quiere que nos traten bien por ser "buenos amigos suyos" (sic).
Solo quedan billetes en business. Madre mía.
Los cogemos, from lost to the river.
Justo detrás llega una mujer a comprar otro. Los nuestros eran los dos últimos, madre mía
Con esto ahuyentamos un fantasma, pero aparecen otros:
Fantasma ahuyentado

- ¿A que sitio vamos?
- ¿Y si nos quedamos colgados en Bolivia?
- ¿Cuando diablos vamos a llegar a Madrid?

Estas y otras preguntas quedarán respondidas en el próximo episodio de Enredo😆

Bueno, que me lío. Facturamos, con gran regocijo de nuestra azafata amiga de British Airways, que nos ve alli, y le compramos unos alfajores a Sergio, tras intercambiar teléfonos y decirle que le damos morcilla (de Burgos).

Por fin, y nos parece increible, cruzamos la seguridad con nuestra tarjeta de embarque, nos gastamos los últimos pesos en vino y nos comemos algo.

Como somos business no hay que esperar para embarcar y nos dan un asiento de alucinar. Eso si, como no esperaban que viajara nadie alli, porque todos los billetes se han vendido en 1 hora, nos van a dar cubiertos de plástico. Que si nos importa.
- ¡¡Pues claro que nos importa!! ¡Yo quiero viajar en economy!
- Huy, espere, a ver si se puede... Pues no, no hay sitio.
- Pues vale

Hay que ver lo bien que se negociar, que barbaridad.

Subimos al avión y la gente nos mira al pasar con cierta ojeriza, o eso me parece a mi. Será que yo miro así a los de business cuando paso por delante.

Si no habeis ido nunca en business, no lo hagais.

El asiento es más cómodo y tal, te dan vino y, al menos en este vuelo, un montón de comida chunga que no hay quien se coma.
Comida y vino peleón

Te sacan la lengua los pasajeros

A mi me da tiempo a leer que vamos a la ciudad con más criminalidad de Bolivia, que ha crecido de forma exponencial en los últimos años, y a comerme el coco

Me voy a hablar con los tripulantes para ver que hacer en el aeropuerto doble vírico.

Me dicen qué taxi tenemos que coger y cuanto nos tiene que cobrar para ir al hotel que reservé por booking en Buenos Aires. La verdad es que parece todo muy tranquilo.
Al llegar seguimos las instrucciones y el taxista es super amable.
Es más, nos lleva a ver el centro de la ciudad por el mismo precio.
No es que sea muy bonito, pero hay gente a manta. Y todo muy tranquilo.
Llegamos a nuestro hotel Las Palmas, que está muy bien, pero al lado de una avenida muy ruidosa. Pedimos una habitación que dé a la parte de atrás y se acabó el ruido.
Como ya es de noche nos quedamos allí a cenar.
Nos atiende un camarero que es un puntazo:
- Ah, ¿que vienen de Buenos Aires? Ya vi que el avión aterrizó a las 17:54 😮
- Prueben estas cervezas bolivianas. Se parece a la Estrella Damm
Probamos dos: la Paceña y la Huari


Están buenas. Muy suavecitas, casi tipo Coronita.
Mejor la Paceña, que demonios.
Esperamos pacientemente del orden de 1 hora para cenar, pero son todos tan majos que nos da igual. Además con cada birra nos ponen panchitos, que alimentan.
Hay que ver  lo que son los prejuicios: Llegábamos acojonados por la seguridad (yo, Marga es mucho más pragmática en estos temas), y resulta que son la gente más amable que nos hemos encontrado en todo nuestro viaje.
Nos retiramos a nuestros aposentos, habitación 214. No es la número 1408



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Día 14. Vienna (VA) 29-7-2022

 Hoy escribo yo esta entrada, aunque no me tocaba. Pero la persona designada se declara incapaz, así que, para no dejarlo ya más tiempo, me ...