domingo, 6 de mayo de 2018

Dia 7. 13 de abril Ushuaia

Amanece la ciudad entre tonos rosas y azules. Marga se lanza a la orilla del mar a hacer fotos.
Cerros Olivia y 5 hermanos




Esta excursión nos apetece mucho, pero después de nuestra jartá de bus de ayer andamos un poco mosqueados.
Nos viene a recoger Darío con su 4x4 para 7 personas. Somos 3 brasileñas, una pareja de mejicana-español y nosotros.
El español es de Cervera de Pisuerga, ¡¡toma ya!!
Cerca de Ushuaia hay estaciones de esquí, que se llenan en invierno. Además hay una buena tradición de mushing o perros de trineo, y nuestra primera parada es en un centro de estos perrillos.


De ahí al paso Garibaldi, en la ruta 3, camino de los lagos Escondido y Fagnano.
El lago Escondido no se muy bien porque se llama así. Es que se ve perfectamente.
Llegamos a su orilla y el conductor nos dice que ahora se puede bajar a remar en un kayak.
Se está levantando un viento respetable. El silencio en el vehículo es sepulcral.
Visto el panorama:
- Bueno, si no quieren también podemos dar un paseo por el bosque.
- Sí, sí!!
Retrocedemos hasta coger un desvío y meternos entre los árboles.

 Tras un breve paseo, que nos hace estirar las piernas y ver algunos pajarillos, volvemos al jeep.
Nos vamos hacia el lago Fagnano, uno de los más grandes de la zona. Abandonamos la carretera principal y nos metemos por una pista forestal (que curiosamente sigue siendo una carretera nacional). Y al cabo de un trecho salimos y empieza el circuito 4x4.
Según la complicación del terreno, el conductor cambia la música de cumbias a AC/DC. Inmortalizamos a los últimos.
El último tramo lo hacemos a pie, más que nada para poder grabar como salpica el coche un charco (guau, que peliculero), y caminar un poco entre los arbolitos.
A Marga no es que le guste mucho esto. Ella hace 4 x 4 cada día por la comarca de Juarros y similares con la Kangoo de la Junta
A mediados del siglo XX, unos iluminados soltaron 20 castores en esta zona con idea de aprovechar sus pieles. El castor se adaptó estupendamente, y para combatir el frío hizo más grasa su piel pero menos peluda, por lo que para la peletería fue un desastre. 60 o 70 años después hay miles de ellos, que están haciendo diques por todos lados, cambiando el ecosistema y secando árboles a tutiplen
Hay programas de erradicación, pero está costando la tira
Dique de castor con animales activos
Total, que llegamos a la orilla del enorme lago Fagnano donde nos están esperando con unos mates y unos pastelitos que están para chuparse los dedos. tenemos media hora para pasear por la orilla del lago y ya nos recoge el vehículo para ir a comer.
¿Pero es que aqui no le gusta andar a nadie?
Salimos a andar a toda leche y conseguimos que nos cojan los últimos, pero nos cogen (no en el sentido argentino, eh?)




La comida es en una cabaña ya muy cerca de Ushuaia otra vez.
Es bastante desconcertante irse hasta el lago y tener que volver un montón de km para comer, con lo bueno que hace.
Pero el lugar de la cabaña y la estupenda carne que nos dan compensa con creces el absurdo.
Como no tenemos que conducir el vino que sirven cae claramente del lado español.
Comimos donde están los coches aparcados
Entre el chico de Cervera y nosotros vamos dándole al morapio con energía, con la inestimable ayuda de una de las brasileñas, la única que hablaba un poco. Las otras dos, más jóvenes, no decían ni samba. Una en especial llevaba un trancazo encima que le hizo echarse una siesta del carnero guapa.
  Volvemos a Ushuaia con tiempo suficiente para comprar algunas chorradillas de recuerdo y prepararnos para nuestra super cena. Es que hoy es nuestro 33 aniversario de boda !!!
Para celebrarlo hemos reservado, desde hace casi 2 meses, una cena en el mejor restaurante de Ushuaia, se supone: El Kalma Restó 
El primer problema aparece cuando no está en la calle donde dice la guía. Ein?
Vamos arriba y abajo (literalmente, en Ushuaia hay unas cuestas guapas) y nada.
Menos mal que nos sobra tiempo y vamos preguntando, al principio con poco éxito, luego ya más.
Se mudaron hace un par de años. Ahora están en la parte alta de la ciudad, calle Gobernador Valdez.
¡¡Cagonzoz, Manolito, otra vez para arriba!! 
Cuando llegamos, la trepada merece la pena con creces. Que rico todo, que buena atención, que buen servicio. Una gozada. Hasta nos ponen un sello en el pasaporte como si fuera un país más.
Dejo el menú y los platos como recuerdo.
Felicidades al dueño y chef, Jorge Monopoli. Todas las tarjetas en ese rato han sido de Suerte y no hemos ido a la cárcel  en ningún momento












 Regresamos al hotel despacio y con la tripa llena, pero no demasiado. Las cantidades eran perfectas.
Mañana ya nos vamos de Ushuaia, y nos va a dar mucha pena también






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