domingo, 21 de agosto de 2022

Día 7. Nashville (TN) - Asheville (NC) 22-7-2022

(by Teresa)

Amanecemos en Nashville y ponemos rumbo a Asheville, como quien cambia de personaje a Mario por Wario. Conseguimos salir medianamente pronto y después de atravesar las montañas a las que después regresaríamos (en próximos episodios), llegamos a nuestro destino a la hora de comer, no sin antes tomar un asqueroso café en un Burger King de la carretera. La señora del hotel nos recoge los pasaportes, nos mira atentamente, suelta una pequeña carcajada y nos pregunta ‘what on earth are you doing in Asheville?’. Supongo que no pasa mucho turista extranjero por allá. Le contamos nuestra ida de olla de viaje y responde ‘aha I see that you are visiting the most interesting places in the US’. Ironía, of course.

Y os preguntaréis, al igual que esa mujer, qué hacíamos allí. Pues en esta ocasión admito la culpa y es que nos llevó a Asheville mi salvaje corazón (toma referencia). No hablo de amor sino del Wild Hearts Tour, la gira en la que se juntan Julien Baker, Sharon van Etten y Angel Olsen que, por supuesto, solo recorría Estados Unidos. En esta familia todos tenemos poder de decisión así que si vamos a los conciertos de yeivimeri también toca ir a los míos. En mi defensa diré que nadie se quejó y todos salieron bien contentos. Es más, creo que todos vimos el que ya se ha quedado como uno de los conciertos de nuestras vidas, pero ahora voy a eso.

 

Comimos en un restaurante bastante majo que estaba cerca del hotel del que no me acuerdo (enlace by yeivimari), pero estaba todo muy bueno y las camareras eran majísimas, y después de descansar un ratito llegaba el que para mi era el momento del viaje. Confesaré que estaba nerviosa y emocionada jejeje.

 

Como ya nos había pasado antes, tuvimos un montón de problemas para aparcar cerca del recinto del concierto y tuve que entrar a una tienda de informática a pedir cambio para tener monedas para el parquímetro. Desde aquí un saludo al chico tan majo que me las dio por tener un good mood. No las usamos, pero todo un detalle de su parte. Conseguimos aparcar en un parking normal y entramos al lugar donde hubiera estado bien tener alguna sombra, la verdad. El sol apretaba mucho y se agradeció tener buen sitio para que el escenario te tapara de ello, pero eso no quitara que hiciera mucho calor. Compramos el merchandising debido (yo) y dimos paso al jaleo jaleoooo.

 



Empezó Quinn Christopherson como telonero. Bien, sin más. No tengo mucho que destacar sobre él, pero estuvo guay. Simplemente venían cosas que me interesaban demasiado después, no es nada personal Quinn I promiseeee. Como telonera que he sido valoro mucho tu papel ahí <3. La primera de las chicas fue Julien. Yo la había visto en Madrid en mayo y me había flipado, de hecho diría que me gustó más en Madrid que en Asheville, quizás porque en esta ocasión estaba un poco distante y poco charlatana con la gente. Supongo que la gira europea había sido agotadora. Aún así, para mí Julien tiene uno de los discos de 2021 y unas canciones que me flipan con una voz muy dulce que en directo se transforma en algo muy eléctrico, acompañado por unos guitarrazos y ritmos que sorprenden bastante. Aprecio que no vistiera a su banda como vendedores del Carrefour en esta vez. También estoy segura de que volveré a verla en cuanto tenga opinión. Además, es la más joven de las tres y estoy segura de que tiene carrete para largo.

 

 

La siguiente fue Sharon. No tengo palabras para lo que fue esto. Se comió el escenario según salió con una actitud de estrella total que se ha ganado y se merece, y además le sienta genial. Con un look no muy descarado pero de alguna manera poderoso y una simpatía brutal. Aparte de ser una compositora excepcional, es casi aún mejor intérprete, que ya es decir, y tiene unos músicos buenísimos con los que comparte una complicidad envidiable. Fueron como 50 minutos y se me pasó como si hubiesen sido 2. Creo que no cerré la boca en todo el concierto. Sharon, quiero ser como tú. Ya está. Quiero hacer himnos como ‘Seventeen’, quiero bailar mal pero con clase como en ‘Mistakes’, quiero emocionar como en ‘ComeBack’, quiero saber dar la vuelta a las cosas como en ‘Everytime the sun comes up’… Eres lo más. Espero que me leas. Lo más, me oyes?????? Sin duda iré a verla todas las veces que pueda de aquí en adelante, y espero que sean varias.

 

 

En fin, después de tremendo recital del que salimos todos patidifusos (toma palabra), llegó el turno de Angel. Me hubiese gustado más que Sharon cerrase, pero por algún motivo eso no lo decidía la familia burgalesa que había recorrido miles de kilómetros solo para ese concierto. No entiendo por qué, la verdad. Angel tiene uno de los discos más aclamados del año (Sharon también, pero igual no tanto, aunque a mí me gusta más). Su sonido es más country que todo lo anterior y bastante más relajadito. Aunque suena genial en directo, creo que en un teatro encajaría mejor que en ese recinto al aire libre. Además, seguía haciendo bastante calor, lo que supondría un pequeño problema para paps. Su banda era brutal y sonaba todo increíble, pero por desgracia para ella tenía el listón muy alto (soy una periodista musical completamente objetiva como podéis comprobar). Aún así, de verdad, un concierto brutal. Aquí destaco sus temas ‘Shut up Kiss me’ (su hit), ‘Big time’, y ‘All of the good times’, mis personal faves. Papá y mamá se retiraron atrás por el calor tras un pequeño susto (todo bien), y Ali y yo nos quedamos solas para el final. Estaba claro que por lo menos una canción, la canción que era el germen de toda esa gira, tenía que suceder. Y así fue!! Sharon volvió y las dos juntas tocaron ‘Like I used to’. Uno de los momentazos del concierto, del verano, del año, de mi vida, de la existencia quizás. Se echó de menos que saliera Juliana Panadera de nuevo, pero se ve que la gira europea no le dejó ensayar conjuntamente con sus compañeras.

 

 

Ahora viene mi parte moñas, la parte en la que explico por qué este concierto fue tan emocionante para mí. Aunque creo que lo fue para todos, pero esto lo escribo yo! Ya sentí algo parecido con el concierto de Julien en Madrid, y es que verlas a ellas en el escenario disfrutando tanto de lo que hacen y defendiendo unas canciones en las que creen y en las que han trabajado tanto me hace tener mil ganas de seguir haciendo música. Creo que son tres tías muy distintas (aunque aparentemente puedan parecer iguales), pero que comparten esa pasión y están en su mejor momento. Hacen lo que quieren y se nota. Y tienen la suerte de recorrerse el mundo y juntarse con sus amigas para hacerlo. Ellas disfrutan y nosotros disfrutamos al verlas. Creo que ahí está todo el éxito. Así que gracias Asheville, no tengo ni idea de cómo eres como ciudad, pero ese concierto no lo voy a olvidar, y estará siempre en mi mente cada vez que me toque a mí dar uno.

Hasta aquí el momento moñas. Para cerrar el día, cenamos en el Olive Garden única y exclusivamente porque aparece mencionado en ‘No body no crime’ la canción de Taylor Swift y Haim. Un gran sitio también. ¡Viva la música y vivan las mujeres que hacen música!

 




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