Día 4. Cambridge(OH) - Huber Heights(OH) 19-7-2022

En el post del día de ayer de Teresa se olvidó de nombrar a un pajarito que es el símbolo de la zona, y que yo no quiero que se quede fuera de este relato: El cardenal norteño (cardinalis cardinalis). La foto es mala (claro, es mía), pero os haceis una idea

Dejamos Cambridge con la emoción de que hoy va a ser uno de los motivos de nuestro viaje: El concierto en Huber Heights del Last Summer on Earth Tour.

 Llegamos a Columbus, la capital de Ohio (en USA casi nunca la capital del estado es la ciudad más grande), y nos acercamos al aeropuerto para dar de alta a Marga como conductora del vehículo, cosa que no pude hacer ayer en Washington.

Tras dejar a las chicas en un Mc Donalds refrigerado (el calor aprieta de nuevo), nos vamos a la oficina de Alamo en Columbus. Esperamos un buen rato a que un señor acabe con sus trámites, y cuando por fin nos toca nos dice la empleada que siendo cónyuges no hace falta hacer nada: Sorry for the waiting.

Rayos y truenos, menos mal que hoy en un día de pocas millas, con lo que decidimos ir a ver Columbus Downtown.

 

Balancines de Columbus. Cada dos bancos, un balancín

Pues oye, más o menos como cualquier Downtown, para que vamos a engañarnos.

Total, que Marga ya coge el coche por primera vez y enfila como una centella hacia Huber Heights,  destino final del día.

Nuestro alojamiento en Huber Heights es un motel de los de toda la vida, en los que aparcas el coche en la puerta de tu habitación. Aunque se llame Red Roof Inn. Habitación que por cierto hemos de cambiar porque por un lado la moqueta estaba muy húmeda, y no sabemos si al volver del concierto habrá allí un pequeño ecosistema acuático.

Comemos en un sitio italiano donde pedimos un poco al azar porque el chico al que se le hacen los pedidos habla a tal velocidad que y con tal acento que no somos capaces de entender ni papa. Da igual, es como lo habitual.

Se acerca el momento top del día, y casi del viaje: El conciertazo de hoy. Así que nos ponemos nuestras mejores galas y vamos para allá con tiempo.

A partir de este momento, siento informar a los (pocos) posibles lectores que me pongo en modo fan.

Toad the Wet Sprocket, Gin Blossoms y Barenaked Ladies son 3 bandas que se han escuchado hasta el aburrimiento en esta casa. Si vivierais aqui os sabrías las canciones como en España todo el mundo se sabe las de Manolo Escobar (con más de 40 años).

Así que lo primero es pillarse camisetas del Merchandise para demostrar que has estado allí

Después comprar una birra por el módico precio habitual de 8-9 $, y tirarla por el césped por apoyarla mal en el suelo. Una no, dos.

Luego darse una vuelta por la sala (preciosa, por cierto), con laterales abiertos para el calor pero portegida de la lluvia, para ver si las entradas que cogiste hace 2 meses largos están bien. Pues ni tan mal.

Y por fin, con una puntualidad británica (malditos colonialistas), empieza el concierto con Toad

Glen Phillips sigue cantando maravillosamente, y en unos miserables 45 minutos se toca casi todos sus hits. Para empezar, sobresaliente.

Luego vienen los que son nuestros favoritos, los inigualables Gin Blossoms. La gira es de los Barenaked Ladies, pero ya podían enrollarse un poco más con los anteriores. Pero no, otros 45 mins a duras penas. Os parecerá increible, pero merece la pena todo este viaje para esos 45 minutos.

Nuestra camiseta de Hey Jealousy era necesaria cuando cantaron esta canción, el gran éxito de toda la vida de los Blossoms. Alicia la cantó a voz en grito, disfrutando a tope cada estrofa.

Y tras ellos, los jefes de la gira, los BNL.

Yo ya tenía un cierto miedo, por los videos que había visto, de que los Barenaked ya no fueran lo que eran. En especial por el abandono de Steven Page, alma mater de la banda (en mi modesta opinión)

Y si, lamentablemente los temores se confirmaron bastante. Ed Robertson, el otro cantante, ha perdido mucha voz, y además sus temas de los últimos 15-20 años no están a la altura de sus primeros discos.

Por eso, cuando aparecía alguna canción de esos primeros tiempos la gente se volvía loca.

En resumen, si los BNL les hubieran cedido de su hora y media larga de concierto 15 minutos a cada uno de los anteriores, todo hubiese estado mucho mejor.

Pero bueno, es lo que hubo y lo disfrutamos una barbaridad.

El cierre de los BNL con The Old Apartment (en el enlace con Steven) fue una maravilla también, aunque Ed cante regulín

Al día siguiente nos enteraríamos de algo relacionado con esta gira que nos dejó KO.

Pero este día acaba ya. Mañana nos vamos a Nashville.