domingo, 2 de junio de 2019

Cape Town-Amsterdam-Madrid dia 15. 24-25 mayo 2019

Hoy tenemos todo el día por delante para ver Ciudad del Cabo. En realidad hemos visto ya bastante los primeros días, así que la idea es irnos de shopping y visitar lo que nos ha quedado pendiente.
Hay algo que queremos llevarnos de alli, porque nos parecen preciosas, que son las camisas.

Nos gustaban mucho las que llevaban los Ladysmith Black Mambazo, a los que vimos en Burgos un par de semanas antes del viaje. Pero no había manera de encontrarlas.
Empezamos la búsqueda por Long Street, la calle comercial más famosa de la ciudad.
De paseo por Long Street
Por fin en una tienda una camisa que era bien bonita. Comienza el proceso de regateo con el de la tienda. Como no es el dueño, y tras mucho tira y afloja para acordar un precio, me pide que haga como que busco en las camisas baratas, y el mientras, por debajo, me da la elegida metida en una bolsa. Así puede justificar el precio que hemos quedado.
No es que entienda gran cosa, pero lo hago y me voy tan feliz con mi camisa.
Pillamos un par de camisetas también y decidimos ir a ver los jardines de la Compañía (Company's Garden)


Los jardines son muy bonitos, la sombra se agradece mucho, y además hay esculturas al aire libre.



Y al final bonitas vistas de la Table Mountain, con o sin palomas, a elegir.











A este no le dejan elegir "sin palomas". Siempre es "con palomas". Detrás, la montaña Lion's Head


Pero lo que más llama la atención del parque son sus habitantes, en especial las ardillas.
Tienen una jeta que no se puede ni creer, y pueden arañarte las condenadas.
Ardilla gris occidental (Sciurus griseus)
Primero es muy amiguita

Pero luego se puede enfadar
Tras un ratillo de relax y tomárnoslo con calma en el parque, toca volver a la vorágine de las compras y los puestecillos callejeros.
¡Al tajo!
En los puestecillos de Green Market Place encontramos una suricata de madera que nos gusta mucho, y algunas camisetas deportivas.
También le hacemos una foto al que ya es el nuevo presidente de Sudáfrica, en su cartel electoral de primeros de mayo.

Como ya se va acercando la hora de comer, nos vamos yendo poco a poco hacia el Waterfront.
Pero mientras, hay que comprar algunas cosillas más en el super, de las que son imprescindibles en este tipo de viajes.
Licor Amarula, como el Baileys, pero mejor

Chocolate con sal del Kalahari
Empieza a apretar el calor, y hay que hacerse las fotos rápido, aunque sea en bonitos estadios por los que España pasó para ganar su único mundial de fútbol.

Tras un arduo paseo, por fin llegamos al Waterfront, donde lo primero es comprar algo de música.
En la tienda, que se llama precisamente Musica, puedes escuchar todos los discos que quieras antes de decidirte
Así que te puedes tirar un buen rato allí.
Tras bastantes dudas, nos llevamos unos cuantos discos, de los que después el que más nos gusta es este de Beatenberg

Comemos justo a la orilla del mar, en el Life Grand Café
El lugar está muy bien, y nos tomamos nuestros vinitos y nuestras cosas mientras vemos pasar hasta barcos piratas.



Me voy a poner las botas

White, white wine...
Spaghettis con vongole


¿A qué sabrá cada capa?








































































Hemos visto ir y volver un montón de barcos, por lo que nos preguntamos si no habrá alguno que nos cuadre en el horario, y darnos un último paseito por el mar antes de volver.
¡Claro que lo hay!
Un paseito de 1 hora por la bahía.
A esta le parecía bien el paseo
Es la primera vez que vamos en algo donde todos los demás pasajeros sean negros. Eso nos dice que hemos elegido bien.
Lo que pasa es que el paseo tenía dos tipos de billete, el normalito que nos pedimos nosotros, y el beodo, que era lo mismo, pero con champagne rosado a discrección.
El champagne tenía tan buena pinta, así fresquito, que más tarde nos pillaríamos una botella, que está en casa esperando una buena oportunidad para abrirse.
Grupo coral al fondo

Modernas sudafricanas rodeando a Marga

Buque científico, dedicado a la gran Miriam Makeeba

Table Mountain en su esplendor

Lion's Head




España 1 Portugal 0

El champagne circula libremente a mi izquierda

Muelle y Lion's Head

Medio cormorán secando alas
Tras este paseo, que nos ha venido de maravilla, nos hacemos unas fotos en uno de los marcos que hay por toda Sudáfrica, pero que es la primera vez que nos decidimos a usarlos.



También vemos un poco de música callejera, con ese ritmo endiablado que tienen las marimbas

Y los coros de por aqui.


Pero las horas pasan, y ya hay que comprar la cena, unos sandwiches y una especie de empanadas que comeremos en el aeropuerto, y volver al hotel a coger las maletas y a que nos vengan a recoger.
Cogemos un Uber para ir al hotel (¡He aprendido a usar el Uber en Sudáfrica!)
Contar aqui los trámites aduaneros, las esperas, los embarques, los vuelos, los tránsitos, etc. no tiene ninguna trascendencia.
De hecho no pasó nada reseñable, solo que el avión de Amsterdam a Madrid estaba lleno de chavalillos con peinado Peaky Blinders, que fueron severamente amonestados por el azafato jefe, porque tenían pinta de ir a montar una bulla guapa en el avión.
No la montaron
Al llegar a Madrid y recuperar el coche, nos vamos para casa a recibir las efusivas bienvenidas de nuestra perra, y el cariño de la familia.
Doy carpetazo a este viaje, por ahora, con lo que nos ha quedado puesto de Africa.


1 comentario:

  1. sencillamente genial, es como si yo tambien estuviese de viaje. mil gracias

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