Hazyview-Kruger-Hazyview día 8. 17 de mayo 2019

A las 5:30 ya está nuestro guía esperándonos en la puerta del lodge. Se llama Craig y es de la empresa Africa Spear.
Vamos a toda leche al Kruger, ya que hay una media hora de camino. Al llegar alli, a las 6 am, ya hay un montón de jeeps esperando. Craig nos pide los pasaportes y dice que tardará unos 10 minutos en traer los permisos. Tarda 45. Vuelve jurando en hebreo

Nuestro jeep

Los jeeps de otros

Cuando por fin arrancamos nos tememos que hay la tira de gente ya dentro. Pero es igual, porque los safaris son algo tan bonito y tan emocionante que te olvidas de todo. Y el Parque Kruger es enorme, del tamaño del estado de Israel, y más si lo juntas con los parques vecinos de Mozambique y Zimbabwe, el Gran Limpopo.
Es difícil describir aquí el gran número de animales que se pueden ver, y eso que en el parque Kruger no puedes salirte de los caminos marcados, bien sean asfaltados o de tierra, y que supone ver solo un 1% de la superficie del parque.

Mapa del Kruger

Solo puedo decir que al principio te asombras de cualquier animal que ves - "¡Oh, un impala!". Al final : -" Vamos, tira, que ya es el 543 impala que vemos".
Lo que no deja de asombrar es la gran vista, o entrenamiento, que tienen los guías. Además de ir conduciendo, son capaces de ver animales que tu no ves aunque los tengas a dos palmos. Un ejemplo:

Si lo veis a la primera enhorabuena

Craig nos lleva a una charca donde se ven hipopótamos sumergidos, aunque un poco lejos, y a un nido de hienas donde no hay ni una, jaja.
Pero vemos muchos animales, muchos de ellos muy bonitos. Voy poniendo ejemplos. Pongo el nombre en latín también porque soy un poco pedante.

Loro de cabeza marrón o lorito cabecipardo (Poicephalus cryptoxanthus)

Raficero común o steenbok (Raphicerus campestris)

Impala (Aepyceros melampus)

Toco piquigualdo sureño (Tockus leucomelas)

Huellas de león (el león ese día no)

Cálao terrestre sureño (Bucorvus leadbeateri)

Hamerkop (Scopus umbretta)

Rinoceronte blanco (Ceratotherium simum)

Papión chacma, Babuino Chacma o papión negro (Papio ursinus)

Ñu azul, listado o gorgón (Connochaetes taurinus)

Jirafa (Giraffa camelopardalis)

Búfalo cafre (Syncerus caffer)

Elefante africano de sabana (Loxodonta africana)

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  Jirafa (Giraffa camelopardalis)

  

  Facóquero común o facocero común (Phacochoerus africanus)

  

  Estornino de El Cabo (Lamprotornis nitens)

  

  Kudú mayor o gran kudú (Tragelaphus strepsiceros) macho

  

  Kudú mayor o gran kudú (Tragelaphus strepsiceros) hembra

  

  Mangosta enana común (Helogale parvula)

  

  Jabirú africano​ (Ephippiorhynchus senegalensis)

  El día se pasa volando. Desayunamos y comemos en el área de Skukuza, que está a la orilla del río Sabie, y se ven un montón de animalitos, incluido un siniestro cocodrilo que va dejando su estela.
  El más audaz de todos es el estornino del Cabo (hay una foto suya arriba), que te mira con esos ojos amarillos tan impactantes, y trata de mangarte la comida sin el menor rubor.
  Por la tarde hacemos otro safari, pero esa vez se ven menos animalitos, ya que a mediodía muchos están medio sopas. Las huellas de león que vemos son frescas, pero pueden estar durmiendo a 20 m de ti en la hierba alta, y ni los ves.
  Y no nos vamos a bajar del coche para buscarles...
  Hacemos mil fotos, y pese a haber entrenado la mayoría son una castaña. Da rabia. pero la imagen que vale es la que queda en la cabeza.
  Cuando son las 16:30 es hora de irse, el día se ha pasado volando.
  Craig nos acerca al Windmill otra vez, y llegamos cuando ya se va poniendo el sol.
  Nuestra sorpresa es al ver que estamos rodeados de monos Vervet.

  

  Cercopiteco verde o Vervet (Chlorocebus pygerythrus)

  
  
  
  Lo más característico de estos monos, además de lo ruidosos y juguetones que son, es que tienen los testículos de un color azul eléctrico.
  Nos damos un paseo y de repente, entre los matorrales, se nos aparece esta preciosidad.
  Nos quedamos todos sorprendidos, pero ella reacciona primero y sale zumbando. Luego la volveríamos a ver otra vez.
  Y mientras tanto, en los árboles, continuaba la juerga
  
  Como no hay nadie en el alojamiento, nos traen la cena a las 18:30 para poderse ir, pero la traen con unos artilugios para poderla calentar. Es totalmente imposible que nos comamos todo eso, y además es que es demasiado pronto hasta para estas latitudes. Así que nos ponemos la mesa en una terracita delante de la cabaña, y cenamos como marqueses a eso de las 19:30, super tarde. Y a dormir, que mañana vuelve con nosotros Daniel Barrios.
  

Se me olvidaba!! 

Búho manchado (Bubo africanus)