El salón del desayuno está hasta las trancas, y si quieres algo a la plancha o tortilla hay que hacer cola. Pero todo está muy rico.
Tras recoger todo nos vamos al aeropuerto en su "discreto" minibus o shuttle.
Como llegamos con tiempo tenemos tiempo de equivocarnos de terminal y retroceder toda la cola de seguridad cuando detectan que nuestras tarjetas de embarque no son por ahí.
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No había tanta gente. No asustarse |
La terminal esta es pequeñita, y la subida al avión casi de andar por casa.
El vuelo es de unas dos horas, agradable, y se ve una parte del desierto del Kalahari, que desde el aire es tan blanco que parece una salina.
Al llegar a Livingstone, que es Zambia, hay que pasar el trámite aduanero. Como nos vamos a alojar en Victoria Falls, que está en Zimbabwe, debemos coger una visa que nos permita cruzar la frontera todas las veces que queramos. Se llama Kaza Visa.
Y cuesta unos 50 $
Evidentemente nos volvemos a equivocar de cola, y tardamos lo suyo.
Al salir ya nos están esperando y nos vamos a la frontera, que está justo en un puente enfrente de las cataratas. Otra vez a enseñar los pasaportes, a pagar tarifas... en fin. Además tenemos que cambiar de vehículo arrastrando maletas, porque el mismo no cruza la frontera.
Enseguida el conductor de Zimbabwe nos ofrece toda la ristra de actividades que tiene. Como lo tenemos claro, cogemos 2: Crucero por el río Zambeze esa tarde, y paseo en helicóptero sobre las cataratas al día siguiente.
Nuestro hotel, que se llama The Kingdom, es enorme y agradable, y la habitación mola
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Nuestra habitación |
El barco tiene sus mesas, su toldo y su barra libre. Mientras navegas por el río, puedes tomarte lo que quieras, y además te dan un refrigerio aceptable.
Pero lo curioso es, por un lado, los pasajeros del barco. En especial un grupo de japoneses realmente exóticos, y otro grupo de zimabwesas que viven en Londres.
Japoneses. Obsérvese el guante transparente |
Zimbabwesas al fondo |
Pigargo vocinglero (Haliaeetus vocifer) |
De esta águila pescadora africana (o pigargo vocinglero, según wikipedia) quiero hablar algo más.
Es el ave nacional de Zambia, Zimbabwe, Namibia y Sudán del sur.
Su caza está rigurosamente prohibida.
Japonés haciendo foto al Pigargo |
Según va cayendo el sol la luz se va gacuiebdo más bonita, y según va aumentando el ritmo de birras y cocteles la interacción entre los pasajeros del barco también. De hecho, las zimbabwesas abordan al japonés del gorrito, ya que tiene una cámara de flipar, para que les enseñe las fotos.
Y van apareciendo hipopótamos
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) secando las alas |
El segundo grupo de hipopótamos está más cerca, y los reflejos en el agua son más bonitos.
Y para rematar, una puesta de sol inolvidable sobre el río
Volvemos con las de Zimbabwe, que nos cuentan que el japonés tenía primeros planos del ojo del hipopótamos. Les cuento que yo hacía fotos del japonés haciendo fotos a los animales. Se parten.
Pero no le dan propina al conductor, que monta en cólera y echa juramentos mientras nos lleva a nosotros. Como da un poco de miedo, le doy una generosa propina que agradece un montón.
Ya es de noche, y nos vamos a cenar a un restaurante que se llama Mamá Africa, como otro muy famoso de Ciudad del Cabo. Tiene también música en directo, pero eran un par de guitarristas que parecían puestos allí por el ayuntamiento
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Marga en el Mama Africa |
Nos volvemos y sí, el aspecto de los dos chavales es de si (son iguales que nuestro hijo)
Y como ya no tenemos vergüenza, allá que vamos a hablar con ellos:
- Son de Barcelona
- Se vuelven mañana
- Les ha gustado mucho todo
- Piensan que somos unos pesados
Esto último no lo dicen, pero el lenguaje corporal de uno de ellos está claro.
Nos vamos al hotel.
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